Enlace al enunciado:
Enlace al taller:
El olor a libertad frente a este mar tranquilo; la sal en el viento; el sol cálido de invierno que da lustre a mi piel morena. Ojos entornados.
En la mochila: la pluma, testigo único de las derrotas de mi corazón y de los anhelos más secretos; la libreta repleta de tachones, retazos de historias que no siempre ven la luz; y un libro, siempre distinto, amante infiel con el que ocupar los tiempos de espera.
Paseos entre pinares al mediodía. Hora de silencio y manos enlazadas. Los perros van y vienen, olisquean piedras y matorrales. Rara vez, ladran. Despedida breve: «Pasa una buena tarde, cariño». «Tú, también».
Las horas se suceden entre tablas de multiplicar, meriendas y zumos de naranja. La resistencia al esfuerzo, a veces, obliga a las negociaciones: «Hoy solo una hoja de mates y media de lengua». «De acuerdo –asiento resignada».
La noche se abre paso a una hora temprana. Woody, Hitchcock o Fritz se acomodan junto a mí en el sofá. La vida se detiene a contemplar esas otras vidas reflejadas en la pantalla. The end.
El cansancio funde en negro los renglones. Abandono el libro en la mesilla de noche. Un día más se escapa con los pies fríos entre las sábanas.
Comentarios
Somos testigos de nosotros
Somos testigos de nosotros mismos.
Una buena descripción de todo lo que pasa cuando "no pasa nada".
Saludos
Huele a placer y a melancolía
Huele a placer y a melancolía. A salitre y a romero. A galletas... y a ti.
Miguel
Muy bueno, Geli
Muy bueno, Geli
Pero... ¡serás jodío! (dicho
Pero... ¡serás jodío! (dicho desde el respeto que te tengo, claro). Ya sabes que prefiero tus tirones de orejas. ¡Con esas sí que aprendo!
Un abrazo.
Geli
A lo mejor es que lo has
A lo mejor es que lo has hecho muy bien.
Miguel
Solo sé que disfrute
Solo sé que disfrute escribiéndolo. Quizás eso se refleje.
Geli
Ya leí este texto en Falsaria
Ya leí este texto en Falsaria y me pareció muy grande. Personalmente me identifiqué bastante con esa soñadora. Consigues reflejar esa melancolía esa "ansia perpetua de algo mejor" que diría Bécquer. Evidentemente su vida son sus hijos, sus perros. Jamás renunciará a ellos pero tampoco a soñar. Hay una escena, cerca del final, en Los puentes de Madison, donde Meryl Streep, está en el coche con su marido. Llueve. Delante de ellos está Clint Eastwood, esperando a que ella baje. Meryl coge el manubrio para abrir. Pero no lo hace y Clint se va. Creo que sus sentimientos en esos momentos fueron los mismos que los de tu protagonista. Bueno siempre nos quedará ver ¡Qué bello es vivir!. Un abrazo
DavidRubio