Como un libro cerrado (2)

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Enunciado: 

Los grandes narradores dejan en el lector más preguntas que respuestas. Al no servirnos todo en bandeja, nos hacen participar activamente junto con sus personajes. Por eso nos llevan de una página a otra.

Te propongo que:

  • Leas y saborees el vertiginoso comienzo de El guardián en el centeno de Jerome David Salinger. Para facilitaros la labor, lo copio a continuación:

Si de verdad quieren que se los cuente, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue mi infancia de porquería, qué hacían mis padres antes de tenerme y todas esas idioteces a lo David Copperfield, pero, para serles sincero, no tengo ganas de ponerme a contar esa clase de cosas. Primero, porque son temas que me aburren y, segundo, porque a mis padres les daría un ataque si dijera algo demasiado personal sobre ellos. Son terriblemente quisquillosos con ese tipo de cuestiones, sobre todo mi padre. Son muy buenas personas y todo —no digo que no—, pero también son más quisquillosos que el diablo.

En realidad Holden Caulfield, el muchacho que se pierde por las calles de Nueva York durante tres días y tres noches, no nos cuenta gran cosa de sí mismo. Más bien, nos deja con la miel en los labios. Es como si un amigo viniera y nos dijera: "Mi infancia fue un calvario, pero no te contaré nada".

  • Piensa en tus padres y resume tres rasgos característicos de su personalidad. Trata de no ser muy duro con ellos Guiño.
  • Pon en acción esos rasgos. Cuenta una escena real o inventada que le demuestre al lector el carácter peculiar de tus progenitores. Si te atreves, ponte de protagonista de esa escena.
  • Pero ya sabes, deja en el lector "más preguntas que respuestas", déjale con la miel en los labios.

Fuente: Atreverse a escribir de Marcelo di Marco

 

Comentarios

En este desafío tengo una

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En este desafío tengo una duda.

MdM nos pone un ejemplo de cómo contar sin contar. Pero en las instrucciones, parece que sí hay que contar.

¿Hay que contar o no hay que contar? Porque yo conté y ahora he perdido la cuenta. Borracho triste

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Miguel

El juego, así lo interpreto,

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El juego, así lo interpreto, consiste en contar "a medias", dejando huecos más o menos grandes en el texto, y que generen inquietud o intriga en el lector. 

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El desafío era contar con

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El desafío era contar con lagunas, "a medias", como dice Óscar.  

Pensé que con el ejemplo de Salinger y el título del enunciado no habría dudas de la intención del desafío.

¿Quieres que reedite el enunciado de nuevo para que quede más claro?

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Geli

Quizá habría que dejar más

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Quizá habría que dejar más claro en las instrucciones finales que hay que contar a medias.

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Miguel

¡Hecho!

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Geli

Soluciones a: Como un libro cerrado (2)

Yo ni sabía cómo eran mis viejos; a ellos les pasaría lo mismo conmigo. Cada uno era para los otros como una película empezada, de esas en que uno no termina de entender qué cuernos sucedió antes de sentarse en la butaca.

Armaban unas trifulcas aterradoras hasta el punto en que —por comparación— “Quién le teme a Virginia Wolf” podría ser una producción de Disney.

Me tocaba oficiar de mensajero. Uno atrincherado detrás de su escritorio, escuchando a Glenn Miller a toda pastilla...

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Publicado por Oscar
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Publicado por Bea
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Publicado por miguel
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Era difícil acertar con mi madre. Crecí con la sensación de que nunca daría la talla, de que hiciera lo que hiciera, no la contentaría. 

Un día, recuerdo que le compré un juego de aquellas tazas de cristal blanco, de arcopal, se llamaban. Le entregué mi regalo, confiada en que esa vez sí, en que esa vez, había atinado. 

-Y de este tamaño… ¿para qué sirven? No son ni de café ni de café con leche –me...

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Publicado por Geli
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No tenía hermanos, solo unos pocos amigos en la escuela con los que jugaba de vez en cuando. Así, tuve una estantería llena de muñecas que pocas veces usaba y jamás aprendí a montar en...

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Publicado por Ana María
11/03/2013 - 04:53