Género:
- Cuento
Enlace al taller:
A una indicación de él, comenzó a desnudarse.
Dejó caer el cinturón, la falda tableada, se desabrochó la blusa. No hacía movimientos insinuantes ni espiaba sus reacciones. Sólo se quitaba la ropa.
«Es tan joven», pensó él. «Le triplico la edad»
Ella se quedó en bragas y sujetador. Se miraba los pies, el pelo le cubría los hombros.
—Sigue.
Ya desnuda, él apreció las tetitas firmes, la estrechez de sus caderas, la mancha oscura del pubis.
—Ven aquí— dijo. Permanecía sentado al borde de la cama.
—Es tu turno.
—Primero, ven aquí.
Rodeó su cintura y la besó en el vientre, entre los pechos, lamió los pezones, que vibraban. Ella suspiró, acariciándole la cabeza, presionándola contra sí.
—Es tu turno —repitió. Se deshizo de él y se refugió bajo las sábanas.
Él se desvistió de espaldas, colgó la camisa en la silla, y dobló los pantalones por la raya. Se acostó a su lado.
—Así no vale.
—Vale— dijo él—. Ya está.
Ella se incorporó para que él la envolviera con un brazo.
—Mira que hacerme poner ese uniforme.
—Yo te lo compré, ¿no?
—¿Te gusta verme de colegiala? —dijo. Le apoyó una mano sobre el abdomen, empezó una caricia circular, llegando hasta la aspereza del vello, hasta el nacimiento del sexo, como sabía que a él le agradaba.
—Me encanta —resopló él—. Te queda muy bien.
La cama crujió como crujía siempre, una mezcla de arañazo y roce de metales.
Él se apuró a besarla para que ya no hablara más. Ella le mordisqueó los labios, la lengua, la barbilla. Luego se acomodó de espaldas y lo atrajo sobre sí. Ambos gimieron en el primer contacto de los sexos, desatando la química que a él lo rejuvenecía y a ella la cargaba de experiencia.
Los movimientos se acompasaron enseguida, cada uno conocía los ritmos del otro.
Ella fue la primera en estremecerse. Él, luchando por controlar su urgencia, sintió el primer ramalazo, corriendo por su cuerpo, clavándosele en la nuca.
La piel. La piel de ella rozando la suya. Las salivas mezclándose, revueltas por las lenguas. El almizcle, el olor a hembra, la locura. Las manos apretando, palpando, hurgando. La fiereza de los cuerpos, las uñas de ella, los talones clavados en las nalgas de él, hundiéndolo en un vórtice.
Ella se arqueó en el orgasmo, le mordió el hombro y se quedó allí, como si sus dientes fueran el ancla que la mantuviera en el mundo. Él empujó más, empalándola, abriéndola en dos, Gruñó, aulló y maldijo. La maldijo.
Deshecho el abrazo, ella se cobijó a su lado. Volvía a parecer indefensa.
Él buscó los Chesterfield en la mesa de luz.
—¿Me convidas uno?
—No quiero que fumes.
—Dame uno —dijo ella, y se incorporó para mirarlo a la cara—. Creo que me lo gané, ¿no?
Él advirtió un fulgor en sus ojos, que le provocó un escalofrío de alarma. Le tendió el paquete.
—Uno solo.
—Quiero que los enciendas al mismo tiempo, como en las películas.
—Que ocurrencias —dijo él, y sostuvo los dos cigarrillos entre los labios. Mientras, acercaba la llama del Zippo.
Le pasó uno, y ella aspiró con fuerza. Soltó el humo con los labios fruncidos. Luego, volvió a recostarse contra él.
—¿Me vas a cuidar siempre? —preguntó.
—Siempre —respondió, la vista en el techo.
—¿Y me vas a querer?
—Siempre, como te prometí.
—¿Y nunca se lo vas a contar a mamá?
—Nunca.
—¿Y si te ve esa mordedura? —dijo ella, posando los dedos sobre la marca.
—Tu madre nunca se da cuenta de nada.
—¡Es cierto! —dijo ella, y se rió—. ¡Nunca se da cuenta de nada!
Se rió.
Con risa de loca, se rió.
Comentarios
Un texto viejito, con el que
Un texto viejito, con el que me he ganado la expulsión de algún foro ya olvidado.
¿La expulsión? No entiendo.
¿La expulsión? No entiendo. ¡Cuánto puritano anda suelto!
Pues me ha parecido un texto erótico muy bien armado. La frase final Con risa de loca, se rió queda resonando como si tuviera eco, gracias a ese hiperbaton. Otra vez la madre de Ernesto
.
Geli
Pues sí, hay gente que cree
Pues sí, hay gente que cree que el personaje siempre es el autor y expresa sus ideas o sentimientos.
No veas el escándalo que se armó.
El final: Abelardo Castillo again jejejeje
El giro final del relato me
El giro final del relato me ha sorprendido. Lo he releido y no he encontrado ninguna contradicción. No es un conejo sacado de la chistera. La figura del hombre entre paternal y lasciva de hecho da coherencia a ese final. Ella entre inocente y cruel. No se en qué red se publicó pero sin ese giro final el texto no luciría tanto, sería previsible. El final subraya y afianza las características de ambos personajes. Quizás lo único que tocaría sería el título. Un saludo
DavidRubio
¡Dame ideas! El título es
¡Dame ideas! El título es horrible, pero no se me ocurrió ninguno decente.
Mi idea era desviar la atención con un relato erótico y terminar con una patada en la boca; de lo contrario no pasaría de ser un cuento "de cachondeo". No es el único relato con el que he levantado algunas ampollas.
Saludos, David
A ver, me gusta la piel, un
A ver, me gusta la piel, un título que contenga esa palabra predispone al erotismo, lascivia, el relato no puede ser más lascivo, promesa, pacto, contrato. Comienzo a disparar, La piel lasciva, sellado sobre tu piel, La lascivia de tus besos. Fuera de esa idea Cuidame para siempre, No hay mejor procedimiento que ensayo y error, seguiré
DavidRubio
El título debe contener un
El título debe contener un indicio muy sutil. Antes que Miguel tenga que trasladar este hilo, me voy al taller.
(Sin asunto)
Miguel
Está bien, veo que está
Está bien, veo que está meditado y revisado. Hay errores de puntuaciōn. En el primer pensamiento, la come entre las comillas deber ir fuera y, si va esa coma, podrías evitar el punto y seguido después del pensó. El uso de las comas es en algunos casos cuestionable, por ejempli antes del "ni" del primer párrafo. Como dice la RAE a veces tendemos a poner comas en las respiraciones de la forma en la que narramos al hblar, cosa que no corresponde con la forma escrita. Por ejemplo en la frase "le pasó uno, y ella..." esa coma es de uso en inglés, pero no en castellano, para eso está la conjunción "y".
Con respecto al estilo, es limpio, interesante. A mi gusto explicaciones muy directas, por momentos un poco periodísticas, pero es un tema de gustos, no está mal. Por ejemplo el "respondió, la vista al techo" es un resumen, es una forma informativa y resumida de lo que pasa, tal vez con una preposición, mejor.
Espero que sean útiles los comentari. Saludos.
Pernando Gaztelu
gracias por las observaciones
gracias por las observaciones, ya revisé las comas (tiendo a poner demasiadas). Lo único que mantuve fue: "Le pasó uno, y ella aspiró con fuerza." Allí "Él" está elidido, entonces él hizo tal cosa, y ella tal otra. Hay un cambio de sujeto, entonces la conjunción no alcanza para separar las acciones de uno y otro.
Saludos
Gracias por tus observaciones
Gracias por tus observaciones, Pernando.
Recuerda que las correcciones hay que hacerlas en el taller.
Miguel